“Para gustos, los colores”. El fútbol y la moda tienen un punto en común: las camisetas. La indumentaria es la primera imagen que se percibe de una institución; lo primero que se ve. Incluso, los hinchas la homologan con la “piel” de cada uno, en una suerte de mezcla con los sentimientos que hay alrededor de las vestimentas. La evolución de las “casacas” de San Martín presenta diseños y tonos fuera de lo común. Tal es así que, si se consideran los últimos 25 años, estrenó cinco colores diferentes en sus versiones alternativas; y una de ellas se dio la semana pasada.
La marca Kelme presentó una camiseta especial inspirada en el poncho tucumano. Con un color marrón tierra predominante (primera vez en su historia que el club utiliza ese tono), la indumentaria posee dos bastones y líneas finas de color rojo oscuro, para asemejarse a las líneas bordó de la prenda tradicional. “Este diseño es un homenaje a nuestras raíces y una muestra de cariño a nuestra tierra y a quienes la hacen grande día a día. Cada parte de esta nueva indumentaria refleja la fuerza de nuestros antepasados y la calidez de nuestro querido Tucumán. Vestir esta camiseta es llevar en el pecho la tradición, los valores y la garra que nos caracteriza”, decía el posteo de la presentación. La nueva “casaca” despertó sensaciones contrapuestas entre los hinchas: críticas y felicitaciones; decepción y alegría; innovación y retroceso.
Sin embargo, ¿fue la camiseta más polémica de la historia? ¿Hubo otras cuestionables? ¿Qué otros colores rompieron con la tradición del club?
La temporada 1999-2000 llegó con un diseño innovador. Claro; la gran gesta de Croacia en el Mundial de Francia 1998 inspiró a muchas marcas a utilizar los cuadros en las camisetas de fútbol y San Martín no fue la excepción. Así, la camiseta alternativa aplicó un diseño similar: la marca Lotto realizó una camiseta con cuadros negros y grises con dos franjas rojas en los laterales.
La segunda etapa de la temporada mantuvo la estética de los cuadros y se presentaron dos diseños con estos patrones: una de ellas presentaba todo el centro de color negro, con el escudo centrado y bandas de cuadros blancos y negros en los laterales; la segunda edición es blanca con dos franjas de cuadros rojos y blancos.
La marca rafaelina Brisa también innovó en la temporada 2004-2005, temporada en la que el “santo” consiguió el ascenso del Argentino B al A. Presentó una camiseta suplente de color naranja con mangas de color blancas, con versiones en mangas cortas y largas (tenía una franja naranja antes de llegar al puño). La camiseta tomó tal repercusión que, en la temporada 2013-2014, la marca española Joma reflotó la idea con una indumentaria totalmente de color naranja ladrillo.
Lotto volvió con diseños bastante cuestionables en 2005. En aquel tiempo el “santo” utilizó una “piel” amarilla con dos franjas rojas en los laterales. La indumentaria es recordada con cariño debido a que con ella el “santo” empató frente a San Martín de Mendoza en la vuelta de la promoción del Argentino A (lo había vencido 1-0 en La Ciudadela) y ascendió a la B Nacional.
Al año siguiente, las tonalidades extrañas continuaron. Si bien San Martín utilizó el color verde en otras ocasiones, por primera vez usó una camiseta totalmente flúor con pequeños y angostos triángulos blancos.
Para la temporada 2009-2010, Kappa presentó una casaca de color morado; una decisión atípica con respecto a las tradicionales. La tonalidad se mantuvo para el año siguiente, aunque se le añadió dos líneas blancas a los costados.
En 2016, presentó una camiseta alternativa con la particularidad de ser totalmente negra e, incluso, el escudo fue de color gris; algo que fue una rareza con respecto a las ediciones pasadas en las que se había utilizado esa tonalidad.
Para afrontar la Superliga 2018/19, KDY rompió con los clásicos bastones rojos y blancos y despertó miles de críticas con la indumentaria titular. Claro; la camiseta comenzaba con el color rojo clásico a la altura de los hombros y continuaba con un degrade que, poco a poco, iba dando lugar a las franjas blancas. Un criterio disruptivo que despertó el enojo de muchos hinchas. La alternativa tampoco se salvó de las críticas: si bien era roja, tenía ciertos detalles que intentaban imitar la piel de un tigre.
La temporada 2019-2020 presentó dos alternativas polémicas. La primera fue una camiseta en su totalidad negra con una franja cuadriculada (de color rojo y blanco) a la altura de los pectorales. La segunda fue dividida en dos partes: un sector de color granate y otro rojo.
Como rarezas, el listado podría añadir las camisetas azules de las temporadas 1984/85, 1987 y 1989/90; o la rojo y negra de 1919, que tuvo su restyling en 2017. También, entre 1909 y 1914, se utilizó una camiseta con los colores tradicionales que tenía bastones horizontales.
Así; la historia de las casacas de San Martín despierta opiniones contrapuestas y sigue dando lugar a múltiples debates.